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  • Foto del escritorKiko Vita

LESIÓN CLAVÍCULA


En primer lugar, debemos saber que la clavícula se localiza en la región superior del hombro y da comienzo al miembro superior. Tiene muchas relaciones anatómicas con la escápula, el húmero y el esternón; ya que se articula con todas ellas. Por lo que podemos deducir, que una afectación a nivel clavicular, producirá una afectación conjunta a nivel de todo el complejo articular del hombro.

La lesión de la clavícula es muy frecuente en las caídas inesperadas, sobre todo cuando nos encontramos realizando un deporte a una alta velocidad. Estas caídas poseen un riesgo alto, debido a que se producen de manera repentina, en donde colocamos los brazos en extensión de codo para protegernos de que nuestra cabeza impacte directamente con el suelo.

En el momento de la caída, el peso del cuerpo va en dirección al suelo. En el momento del impacto, cuando nuestra mano contacta con el piso, la fuerza es invertida y absorbida directamente sobre el hombro y, en numerosas ocasiones, también se ve afectada la clavícula. Esta, posee unos ligamentos que protegen a la articulación de estas situaciones en las que, a veces, se ven sobrepasadas, provocando luxaciones o fracturas en la misma.

En un primer momento, como nos encontramos realizando el deporte y “concentrados” en cumplir nuestro objetivo, la zona se encuentra caliente y podemos llegar a no notar ningún tipo de molestia o dolor. Sin embargo, en un corto periodo de tiempo, notaremos la imposibilidad funcional de elevar el hombro, dolor, inflamación e incluso un saliente en la parte externa de la clavícula (denominado “Signo de la Tecla”).


SÍNTOMAS

· Falta de movilidad: Imposibilidad de elevar el brazo, abrir el brazo, llevar la mano a la espalda, llevar la mano al hombro contrario, etc. causado por dolor o impotencia funcional.

· Dolor a la palpación de la clavícula y sus estructuras adyacentes.

· “Signo de la tecla”: rotura de los ligamentos que unen la apófisis coracoides de la escápula con la clavícula, provocando una elevación del extremo distal de la clavícula. Se denomina así debido a que la clavícula se moviliza de arriba a abajo como una tecla de piano, sin ningún tipo de congruencia articular.

· Imposibilidad de dormir sobre ese hombro.

· Inflamación en la porción clavicular.


DIAGNÓSTICO

Es imprescindible acudir a nuestro médico para que pueda evaluar los posibles daños de nuestra lesión. Principalmente, nos realizarán una prueba radiológica para poder valorar el alcance de nuestra disfunción, y si existe o no, fractura de la clavícula.

En siguiente lugar, podrán utilizar una Resonancia Magnética o Ecografía para la valoración de las partes blandas (ligamentos, músculos, tendones…).

Si existe una fractura de clavícula severa, la colocación del cabestrillo para la inmovilización del brazo es fundamental para la consolidación de la fractura, que se establecerá en un periodo de entre 4-6 semanas.


TRATAMIENTO

El tratamiento para este tipo de lesiones dependerá mucho de la gravedad y del tipo de lesión. Podemos encontrar luxaciones/esguinces (grado I, II y III) y fracturas con o sin desplazamiento, asociadas (o no) a lesiones de las partes blandas anteriormente comentadas.

En cualquier caso, el uso del cabestrillo se suele emplear en la mayoría de los casos debido al gran número de actividades que utilizamos en nuestra vida diaria que pueden agravar nuestra lesión.

Tras la retirada del cabestrillo, pautada por el médico rehabilitador, comienza el protagonismo de la fisioterapia:

1. Recuperar la movilidad de la articulación: devolver al paciente la funcionalidad de la clavícula para el correcto funcionamiento en su independencia de las AVD´s (Actividades de la Vida Diaria).

2. Recuperar la fuerza de todo el complejo articular: tras la recuperación del rango funcional articular, es hora del fortalecimiento de todas las estructuras que se han visto afectadas por la inmovilización prolongada con el cabestrillo. Músculos tan importantes como: Deltoides, Manguito de los Rotadores, Trapecios, Romboides, Redondos, Bíceps, Tríceps…

3. Propiocepción: después de la pérdida de movilidad y fuerza por la falta de movimiento de cualquier articulación, existe una pérdida del esquema corporal que nuestro Sistema Nervioso no reconoce. Es importante trabajar y tratar a todas las estructuras como un conjunto, por lo que debemos entrenar la inclusión de las estructuras afectadas para el uso diario de nuestras actividades.

Todo este tratamiento de fisioterapia suele ir acompañado en los primeros días tras la lesión con hielo (para prevenir una mayor inflamación) y de medicamentos analgésicos y anti-inflamatorios.


CONSEJO

En el ámbito de deportivo de nivel de alta competición, cabe la posibilidad de que el deportista continúe participando en el campeonato con el uso de infiltraciones que pueden “esconder” su dolor. A la larga, esta situación no es recomendable puesto que está perjudicando y agravando la patología.

Otra de las opciones es el uso de los vendajes acromioclaviculares para fijar la articulación y evitar el riesgo de luxaciones de la articulación.



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